El peluche es sin duda el objeto más importante a los ojos de su hijo. Puede ser un peluche, un pañal o un muñeco de tela, pero en todos los casos se trata de un objeto de tacto suave que ayuda a tranquilizar al bebé y a consolarlo en caso de que sufra una gran pena. Pero, ¿por qué es tan importante para los niños pequeños?
El peluche, ese objeto de transición tan importante para el bebé
Cuando un bebé acaba de nacer y aún no siente la necesidad de tener un peluche, a menudo son los padres o las personas que rodean al bebé quienes deciden ofrecerle un peluche suave y adaptado a las pequeñas manos del bebé que pueda consolarle cuando llore. El niño no necesita realmente un peluche, sino a su madre, de la que no puede prescindir.
El peluche
cobra todo su sentido cuando la madre vuelve al trabajo y tiene que separarse de su hijo. El peluche se convierte entonces en el objeto de transición, el que establece el vínculo con la madre ausente, el que con su olor recuerda al pequeño capullo tranquilizador que es el hogar.
Lejos de su casa y de sus padres, el bebé siente la necesidad de abrazar a su peluche, ese objeto tranquilizador que el niño lleva consigo a todas partes y que a menudo le ayuda a calmar sus ansiedades y a tranquilizarse para dormir. También le gustará mucho tenerlo cerca cuando se despierte para tranquilizarse, cuando esté solo en su cama (en casa, en la guardería o en el jardín de infancia).
El peluche, un compañero especial en los momentos difíciles
El peluche ayuda a acompañar al niño en los momentos "difíciles" o cuando se enfrenta a situaciones nuevas, como el inicio del nuevo curso escolar, por ejemplo. Este pañal o pequeño peluche proporciona una sensación de seguridad.
No hay que pasar por alto la importancia del peluche; este objeto es muy importante en el desarrollo psicológico del niño. Naturalmente, se separará de él cuando haya crecido, cuando se sienta capaz de avanzar en la vida solo sin su pequeño compañero.
Elegir una manta para el bebé
Para respetar la salud y la seguridad del bebé, es importante elegir un edredón que garantice la ausencia de productos químicos y, a ser posible, que esté fabricado con materiales naturales. Un pañal o edredón de Algodón Orgánico es el objeto ideal, ya que es muy suave y protege la frágil piel de los niños más sensibles. Los bebés suelen llevarse la manta a la cara, metérsela en la boca y frotarse los ojos con ella, por lo que es fundamental elegir una manta libre de tratamientos químicos.
A menudo el peluche es un objeto tan importante para el niño que le resulta imposible desprenderse de él. Luego es difícil para los padres lavarlo, por no hablar del drama que supone cuando se deja en la guardería o se olvida en casa de la abuela. Por eso es aconsejable conseguir cuanto antes un duplicado del peluche, un segundo ejemplar idéntico que evitará crisis cuando el otro esté en la lavadora.
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