Cuando el bebé crece y tiene que dejar su cuna, surge una pregunta clave: ¿qué cuna elegir? ¿Debes elegir una cama infantil clásica, protegiendo los laterales con una barrera de cama, u optar por una cama evolutiva, cuyas dimensiones evolucionarán con el crecimiento del niño?
La cama evolutiva garantiza una seguridad perfecta durante los primeros años del cambio de cama, después se transforma en cama junior (gracias a un kit diseñado a tal efecto) para ayudar al niño a ser más independiente. Esta cama evolutiva debe estar equipada con un colchón evolutivo de dimensiones regulables.
El colchón para una cama evolutiva, un colchón 2 en 1
Las cunas son camas convertibles que ofrecen 2 tamaños diferentes. En primer lugar, en tamaño 90x140 cm para que el niño se acostumbre a dormir en una cama grande sin dejar de estar protegido por las barandillas laterales. Luego se convierte en una cama junior cuando el niño ha crecido, sin tener que cambiar la cama.
Para estas camas evolutivas, existen colchones especialmente adaptados compuestos de dos partes diferentes: un colchón de 90x140 cm con una parte de 90x50 cm o 90x60 cm que puede añadirse con una cremallera para transformarse en un colchón infantil clásico.
¿Cómo elegir el colchón adecuado para una cuna?
Elige un colchón de dimensiones exactamente adaptadas a la cama para que no quede ningún hueco entre el colchón y el somier. Al igual que con un colchón convencional, elija un colchón firme o semirrígido que proporcione un buen apoyo al cuerpo del niño al tiempo que ofrece una acogida suave. Los colchones firmes garantizan un sueño seguro para los niños.
Un colchón fabricado con materiales naturales como el látex, la fibra de coco o TENCEL™, materiales que repelen de forma natural los ácaros del polvo y las bacterias, que no requieren tratamiento químico adicional. Confía en la certificación OEKO-TEX® Standard 100, que garantiza la ausencia de sustancias químicas nocivas.
Elige un colchón desenfundable para poder lavarlo a máquina con regularidad. Recuerde que lavar a máquina la funda del colchón es la mejor forma natural de deshacerse de los ácaros del polvo y las bacterias.
Los colchones evolutivos permiten conservar el mismo colchón cuando el niño crece y cambia de cama, lo que permite alargar la vida útil del colchón, una idea ingeniosa que permite limitar los residuos controlando el presupuesto.
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