Dormir es una parte esencial de la vida. Y, además, el tiempo de sueño tiene que ser reparador, placentero y de calidad.
Por ello es necesario contar con somieres, colchones y almohadas que proporcionen la máxima comodidad para poder tener el sueño que nos merecemos. Pero aunque es fundamental que nuestro cuerpo descanse, nuestra mente también lo necesita.
El ajetreado ritmo de vida que llevamos, los malos hábitos y el estrés de nuestro día a día, son los principales factores por los que nos cuesta más conseguir un sueño de calidad.
Así que a continuación te explicamos 5 ejercicios mindfulness para dormir muchísimo mejor.
¡Toma nota y ponlos en práctica!
1. Siente y controla tu respiración
La respiración es un ejercicio imprescindible de mindfulness para dormir. Por eso, antes de acostarte, tienes que prepararte en un espacio tranquilo, incluso si puedes encender velas que te ayuden a relajar todavía más el ambiente, y centrar todos tus pensamientos en tu propia respiración.
Respirar correctamente es clave para conseguir ese estado de calma que estamos buscando antes de ir a dormir, así que siéntate cómodamente, cierra los ojos y concéntrate en respirar y exhalar, pausadamente, visualizando en tu interior cómo entra el aire en tus pulmones a través de la nariz y cómo lo dejas ir por la boca.
Llevar a cabo repeticiones de este tipo de relajación ayuda a relajar los músculos y a disminuir la tensión.
Por lo que el cuerpo aprende a identificar esas respiraciones con la necesidad de parar, desconectar y tranquilizarse. ¡Un estado fantástico para irse a la cama!
2. Relajación corporal
Otro ejercicio muy eficaz de mindfulness para dormir, es conseguir una relajación corporal completa. Y para conseguirlo, nuestra mente tiene que centrarse en todos y cada uno de nuestros músculos.
Este ejercicio se llama ‘body scan’, o barrido corporal, y tiene que hacerse en una posición muy cómoda, estirado completamente. Introducir olores como la lavanda, puede resultar muy beneficioso para conseguir llegar a ese estado de concentración.
El ejercicio consiste en visualizar en nuestra mente, uno por uno, todos nuestros músculos. Entender cómo están cada uno de ellos, tensarlos y luego relajarlos.
El tiempo que hay que dedicar en este ejercicio es más largo, puesto que debemos ir despacio y sentir todos y cada uno de nuestros músculos para poder relajarlos debidamente.
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3. Transporta tu mente a tu lugar favorito
La relajación está conectada con las emociones, así que ayuda dejar que nuestra mente se traslade a aquel lugar específico en el que nos sentimos tranquilos, seguros y relajados.
Es muy eficaz utilizar esta práctica de mindfulness para dormir.
No siempre tiene que ser el mismo lugar, a veces puedes centrarte en una playa desierta, donde el vaivén de las olas te meza, la suave brisa acaricie tu rostro y el olor a sal acaricie tus fosas nasales. Pero otras veces puedes transporte a un lugar de la frondosa montaña, con cientos de árboles bailando en sus copas al ritmo del viento, donde los rayos del sol te acaricien, con cuidado, a través de sus movimientos y los sonidos del agua o los pájaros te transmitan esa paz que estás buscando. Dormirse después de este viaje mental, es alcanzar un sueño completamente reparador.
4. Haz deporte
Los hábitos que tenemos durante el día son, como hemos dicho, muy influyentes en nuestro sueño. Por eso el deporte es fundamental para cualquier persona, ya que a través de él descargamos tensiones y preparamos el cuerpo para dormir mejor.
5. Hábitos alimenticios
Efectivamente, la alimentación es vital, y no solo como mindfulness para dormir, sino para la salud del cuerpo y la mente de cualquier persona.
Es muy importante no hacer comidas copiosas antes de acostarse, comer de manera sana y equilibrada durante todo el día, beber mucha agua, e incluso infusiones, y tomar las porciones de fruta recomendadas por los expertos.
Una buena alimentación ayuda a que nuestro cuerpo no esté tan sobrecargado ni estresado, por lo que es mucho más sencillo alcanzar un estado de calma, paz y relajación.
¡Disfruta del sueño que te mereces!
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