Desde que nació, el bebé duerme en un saco de dormir. Esta es la mejor manera de garantizar un sueño seguro para su hijo entre 0 y 12 meses. A partir de los 18 meses, el bebé puede dormir con un edredón porque es lo suficientemente mayor como para moverse y levantarse de la cama por sí mismo. Pero para algunos niños la transición al edredón es más difícil, se mueven mucho, se despiertan durante la noche, se destapan y cogen frío... En definitiva, no pueden dormir sin saco de dormir, pero ¿por qué?
El saco de dormir, un pequeño capullo tranquilizador
El saco de dormir forma un pequeño y suave capullo para los niños, este capullo les tranquiliza y calma, les proporciona un sueño tranquilo y reparador. Para algunos niños, salir del saco de dormir significa dejar este capullo protector. Dormir con edredón es sinónimo de dormir "como un adulto", haciendo lo que hacen papá y mamá. La transición a un edredón también suele coincidir con la transición a una cama juvenil. Estar en una cama grande con un edredón crea preocupaciones que pueden perturbar el sueño de los niños e incluso provocarles pesadillas.
Elige un saco de dormir de materiales naturales
Para proporcionar un capullo suave y saludable a tu hijo, elige un saco de dormir de Algodón Orgánico. Los materiales naturales garantizan una mejor circulación del aire entre las fibras y, por tanto, una mejor regulación de la temperatura corporal de los niños. En algunos materiales sintéticos la temperatura está mal regulada, el niño tiene demasiado calor y se despierta varias veces por la noche. Optar por un saco de dormir y ropa de cama de materiales naturales significa ofrecer a tu hijo una mejor calidad de sueño.
Un gran saco de dormir para acompañar a los niños en su nueva cama
Para los niños que no quieren estar sin su saco de dormir, es aconsejable tener un gran saco de dormir incluso en una cama juvenil. Este pequeño saco de dormir ayudará a recrear ese pequeño capullo tranquilizador y hará que el niño no se "pierda" en su cama grande. Para los niños que están acostumbrados a levantarse por la noche para ir al baño, es aconsejable elegir un saco de dormir con patas o un saco de dormir con cremallera en la parte inferior para que puedan abrirlo y caminar sin caerse.
En cualquier caso, no obligues a tu hijo a salir del saco de dormir para dormir con un edredón, deja que se tome su tiempo. Deja que disfrute de su pequeño capullo y, cuando esté demasiado apretado, ¡pedirá espontáneamente un edredón!
¿Cómo elegir el primer edredón del bebé?
Para facilitar la transición del saco de dormir al edredón, elige un edredón que sea cálido y ligero a la vez, lo que dará al niño la sensación de dormir en las nubes. Elija un edredón hecho de materiales naturales y certificado sin ningún tratamiento químico. Destierre todos los edredones con tratamiento antiácaros, ¡estos modelos están tratados con insecticidas!
Los edredones Kadolis tienen la certificación OEKO-TEX® y su relleno está hecho de fibra reciclada procedente de botellas de plástico recicladas.
Para que a tu hijo le apetezca acurrucarse bajo el edredón, elige una bonita funda nórdica de colores que le gusten y que combinen con la decoración de su dormitorio. Elija ropa de cama de Algodón Orgánico, Tencel o lino para un tacto más suave en la piel y para mantener el ambiente del dormitorio saludable. Tu hijo estará orgulloso de su nueva ropa de cama y le resultará más fácil aceptar el nuevo edredón.
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