Establecer un ritual a la hora de dormir ayuda a los bebés a conciliar mejor el sueño y a tranquilizarse para dormir mejor.
Los rituales a la hora de dormir reducen la ansiedad de los bebés
Para que un bebé duerma bien, debe, sobre todo, estar sereno. Para los niños pequeños, la noche suele ser angustiosa, sinónimo de separación de los padres. Estableciendo un ritual para irse a la cama, desactivarás esta sensación de miedo y ayudarás a tu hijo a tener una noche tranquila.
El objetivo es repetir cada día los mismos gestos y hábitos para que tu bebé se acostumbre y deje de temer el sueño nocturno como algo desconocido, sino que sepa que todo irá bien, noche tras noche.
El ritual de la hora de dormir puede evolucionar con la edad, en los primeros meses puede empezar con un baño, poner el pijama y el saco de dormir, cerrar las persianas de la habitación, cantar una pequeña canción y acurrucarse. Este momento debe ser un momento de calma y complicidad entre los padres y el niño.
Ten cuidado, si estás estresada o si te precipitas porque no tienes tiempo, el bebé lo notará... ¡Todos se arriesgan a tener una mala noche!
El principio del ritual es, por supuesto, que debe repetirse cada noche y en el mismo orden cronológico. No debe ser demasiado largo, 15 minutos son suficientes (sin contar la hora del baño), de lo contrario el bebé podría pensar que la separación es difícil para ti también...
No esperes a que tu bebé se duerma en tus brazos antes de meterlo en su cama, lo ideal es que se duerma solo, puedes salir fácilmente de la habitación antes de que se duerma. Si sigue llorando antes de dormirse, no te apresures a entrar en su habitación, espera un poco, la mayoría de las veces se calmará solo.
Adaptar el ritual de acostarse a la edad del niño
Con el paso de los meses, el ritual puede evolucionar añadiendo la narración de una historia. Cuando el niño pueda expresarse, ¿por qué no cantar juntos una canción infantil? ¿O contarse los acontecimientos del día? Anímale a hablar de lo que le preocupa en la guardería, en la escuela o en el jardín de infancia. No tengas miedo de hablar de ello por temor a que se ponga ansioso antes de dormir; hablar puede, por el contrario, aliviar sus ansiedades.
Más adelante, alrededor de los 4 ó 5 años, aparece el miedo a las pesadillas y con ello el miedo a quedarse dormido... Esté al lado de su hijo pero ponga límites diciéndole que se lo pasa bien con él y que ya es hora de dejarlo solo. Asegúrales que no estás lejos pero que deben estar solos en su habitación.
No le obligues a dormir, es imposible, nadie puede dormir a la orden, dile con calma y sin gritar: "Si no tienes sueño en este momento no es grave pero debes quedarte en tu cama para descansar".
¿Por qué es importante este ritual para el crecimiento de los niños?
Este pequeño momento de tranquilidad permite a los niños y a los padres disfrutar de un momento de complicidad y reforzar la relación entre ambas partes. Este es un momento importante cuando el bebé está en la guardería todo el día y los padres están trabajando.
El ritual tiene por objeto facilitar el sueño del bebé y la calidad del mismo, y evoluciona en función de su edad para favorecer su autonomía y mejorar su confianza en sí mismo. De hecho, a medida que el niño crece, puede empezar a leer con sus padres y luego terminar solo, decidiendo apagar la luz cuando esté listo para dormir.
El hecho de que el niño crezca no significa que haya que abandonar el ritual de acostarse. Por supuesto, puede evolucionar, pero incluso para los adultos el ritual puede ayudarles a conciliar el sueño. De hecho, ¿has notado alguna vez que un cambio de hábitos y una noche festiva hacen que sea más difícil conciliar el sueño y que la noche sea más agitada?
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